Te invito a Rusia 2018

¡Estás de suerte! Hoy llega a tus manos una importante invitación, a través de este medio de comunicación te extiendo la invitación para asistir a la Copa del Mundo Rusia 2018. Y no es que me quiera quedar mi trabajo y que no me queden lectores en este país para contarles todo lo que suceda en tierras rusas en poco menos de tres años, pero en serio vivir una experiencia así será único y más si amas el futbol tanto como yo.

Cada mundial, de acuerdo a cifras proporcionadas por la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), al menos 40 mil mexicanos viajan a tierras futboleras para vivir la intensidad del mejor balompié del orbe. A esto le sumamos que varios paisanos provenientes de Estados Unidos también se hacen presentes, pero no se registran ante la SER y quizás podemos estar hablando del doble de dígitos de aficionados aztecas.

¿Pero, qué no es caro viajar?

La respuesta más fácil sería decir que sí. Sin ánimo de asustar, yo he visto turistas que hipotecan hasta su casa con tal de probar las mieles de una copa del mundo. Pero como todo, si se planea, el precio desorbitante pasa a ser accesible y a poco más de dos años de que inicie el torneo, es muy buen tiempo para comenzar a planearlo.

Saliendo de Los Ángeles o la Ciudad de México, el costo de un boleto de avión ida y vuelta a Rusia es de apenas mil dólares. Aquellos fanáticos más vivos consiguen alguna buena promoción y hasta por diez mil pesos pueden estar viajando a las tierras del vodka. Súmale a esto 500 dólares de boletos, unos mil para turistear y divertirte. Y mil más para alojarte. Así podemos decir que por 3 mil 500 dólares uno puede disfrutar de semana y media de acción mundialista, apoyando a su equipo favorito y “colándose” a otros buenos juegos.

De aquí a junio de 2016, tenemos 133 semanas. Si dividimos 3 mil 500 dólares entre 133 semanas, significa que sólo tenemos que guardar 26 dólares cada siete días para poder realizar nuestro sueño de ver a México levantar la copa del mundo. Bueno quizás estamos soñando demasiado y el Tricolor no llegue a levantar la copa en 2018, pero ¿y sí así pasa, nos lo vamos a perder y ver en televisión?

Cada que conozco a alguien, intento contagiarlo de las ganas de asistir a un mundial. Es una buena meta, es quizás el sueño de cualquier adicto al futbol, así que hay que ponerse las pilas para hacerlo realidad y en 2018 poder estarlos saludando personalmente desde San Petersburgo u otras ciudades de la antigua unión soviética.