Anuncio

Stephanie Salas sacrifica Juegos Olímpicos por un reto mayor

Share

Dicen que el mayor sueño de cualquier atleta de alto rendimiento es representar a su país en la máxima justa deportiva a nivel mundial. Que la gloria del Olimpo es tanta que no hay mayor felicidad que cantar el himno nacional en tierras lejanas o vestir los colores de tu nación ante los ojos de todo el mundo. Pero para algunos, este sueño es cambiado por otro más difícil: ser un deportista feliz sacrificando Juegos Olímpicos por un reto mayor.

Para Stephanie Salinas, el elegir el tiro con arco en 2005 fue una de las mejores cosas que podría haber hecho en su vida y le agradece al Programa de Detección de Talentos del Centro de Alto Rendimiento (CAR) de Baja California. Pero tras haber comenzado en la modalidad de recurvo, que es la que participa en Juegos Olímpicos, fue cambiada al año al compuesto.

¿Por qué quedarse con un arco que no la llevará a JO? Salinas aseguró que parte de eso es por la dificultad, ya que la modalidad compuesta es mucho más complicada que la del arco recurvo debido “a la competitividad más fuerte en el sentido de puntuaciones. Es mucho más difícil llegar a ellas”. En términos mortales: los blancos están más lejos y son más chicos.

Anuncio

¿Y vale la pena dejar los sueños de la máxima justa mundial por un reto mayor? Para la bajacaliforniana el que le dijeran que no le veían futuro en este deporte la impulsó “más a entrenar más fuerte y a demostrarme a mí misma que sí podía”. De hecho, aseguró que “por eso lo escogí, porque fue un reto para mí”. Sobre si algún día se cambiará o no, Salinas es muy directa y dice “la verdad es que uno le agarra amor a lo que hace y pues yo decidí quedarme con este arco, ahora sí el no participar en Juegos Olímpicos es un sacrificio más que como deportiva me toca hacer”.

La número dos de México en este momento, que llegó a posicionarse en cuarto lugar en el ranking mundial, se prepara día a día pese a que “este año la federación no nos apoyó y solo pude acudir a dos eventos internacionales, los cuales los tuve que cubrir yo”. Pero para Salinas, la gloria está a la vuelta de la esquina ya que en junio participó en un Panamericano en Costa Rica que era clasificatorio para los Juegos Mundiales, aquel evento en el que participan todos los deportes no olímpicos, ganando uno de los dos boletos con los que México competirá el año que viene. La cita será en julio de 2017 en Polonia, donde la mexicana buscará ser una de las ganadoras ante las participantes favoritas en este deporte, las coreanas.

Para Stephanie Salinas sacrificar la máxima justa del deporte en el orbe no es tan doloroso; ha participado en mundiales, copas del mundo, centroamericanos y hasta en una universiada mundial. Ella continuará sacrificando Juegos Olímpicos por un reto mayor: el superarse a sí misma y demostrarle al mundo que es la mejor.

Anuncio