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México no pudo hacer cosas grandes en Samara y se va del Mundial

(José Méndez / EFE)
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México se encontró el lunes con un rival con historia y con mucho mejor futbol que hace cuatro años, Brasil, y cayó por 2-0 en los octavos de final de la Copa del Mundo 2018 en Samara, siguiendo así su incapacidad de llegar a los cuartos de final, una maldición que carga desde 1986.

Brasil, a base de mucha técnica y el talento de Neymar, doblegó a un México que aunque no fue muy inferior, logró inquietar muy poco a Alisson durante los 90 minutos.

Los primeros 45 fueron muy peleados, de tú a tú, pero el Tri se salvó en varias oportunidades, en las que Guillermo Ochoa fue el héroe.

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William dio un gran partido en el mediocampo, con un Brasil de Tite muy serio y con oficio, que espera al ganador de Bélgica y Japón en cuartos de final, en una ruta que parece muy sólida hacia el título.

Neymar abrió el marcador en una maravillosa jugada al minuto 51 en una jugada en la que se llevó la marca y luego se movió para recibir, y rematar ante una defensa mexicana que aguantaba pero que ya estaba ahogada y con poca salida.

Firmino al 88 anotó el segundo clavo en el ataúd de México tras otra gran asistencia de Neymar que se escapó por la banda.

México siguió insistiendo pero sin ideas y con la emoción de la eliminación en el corazón.

Fue así que el Tricolor se despidió en Samara, con un técnico inteligente y capaz, con jugadores con ambición y con ganas de cambiar las cosas, pero con el mismo resultado de antes. Tendrá México que esperar otros cuatro años más, en Catar.

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