Dorados de Sinaloa, te hubieras ido antes

La vida es muy caprichosa, en algunos momentos te encuentras en la cima y en otros en lo más bajo que se puede de la existencia. Esto mismo le pasó a Dorados de Sinaloa que este fin de semana perdió la categoría de la Primera División, terminando con una agonía que duró varios meses. Curiosamente yo estuve la semana pasada en Culiacán y la vida me mostró que tiene un gran sentido del humor ya que mientras pasaba frente al Estadio Banorte, en la radio de mi taxista sonaba Julión Álvarez como si le cantara al equipo: “te hubieras ido antes, ¿por qué no te marchaste cuando aún no eras tan indispensable?”.

Así se sintió la afición de Dorados. El equipo sinaloense sabía desde varias jornadas atrás que la labor por no descender era titánica y que la oncena no estaba lista para evitar la quema de llegar al infierno del llamado Ascenso MX. Pero entre los fanáticos había una lucha interna, por una parte, cada persona con la que yo platicaba del tema daba por sentada la pérdida de la categoría; por otro lado, otros pedían que el equipo “se hubiera ido antes” y no estar sufriendo como enamorados con el corazón recién acabado de romper.

Una de las ventajas de haber estado en Culiacán durante el fin de semana que Dorados enfrentó al Cruz Azul es haber visto los diversos cambios en el ánimo de la gente. Antes del juego algunos estaban seguros que la esperanza seguía viva hasta el último momento, otros querían asistir al inmueble para despedirse de la Primera División con su equipo. Pero Milton Caraglio y Wilson Morelo se encargaron de encender nuevamente la llama de la esperanza, misma que André-Pierre Gignac y sus Tigres de la UANL se encargaron de sofocar una semana después.

Realmente el caso de Dorados vale como tema de estudio en el futbol mexicano. Es una de las franquicias que más rápido ha conseguido el ascenso, pero, así como ha venido así se ha ido ya en dos ocasiones. Habrá que buscar en qué parte de la pecera está la fisura que no permite que el equipo nade a gusto en Primera División.

Al fin y al cabo, Dorados volverá al Máximo Circuito; el equipo siempre ha tenido que nadar contra la marea desde su fundación el 9 de agosto de 2003, tras haber nacido “en una ciudad donde todo un país pensaba que no jugábamos futbol”, como rezaba su publicidad previa al juego ante el Azul. Y como si Julión le cantara al equipo que se ganó el amor de los sinaloenses, pamboleros o no, muchos hubieran deseado que se “hubiera ido antes”, antes de amar, perder el corazón y la cabeza por un equipo de futbol.