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Viajar en tren en Rusia es toda una tradición

(JORGE GUERRERO / AFP/Getty Images)
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Viajar en ferrocarril en Rusia es toda una tradición. Miles de rusos prefieren este medio de transporte para las largas distancias, ya que a diferencia de lo caro que es el avión y lo incómodo que es el autobús, viajar en la “serpiente de acero” es una experiencia inigualable. Pero entre el ruido de la maquinaria que pasa por encima de las vías, se escucha algo increíble: una combinación de lenguas entre el ruso, el inglés, español, chino, árabe y otros. En realidad, parece el tren de Babel.

En la Biblia, Babel es el nombre hebreo que se le daba a la ciudad de Babilonia y donde se cuenta la historia de la Torre de Babel, que para los cristianos fue el punto de origen de las diversas lenguas a nivel mundial.

Y así se siente en los vagones del tren. Los miles de aficionados que asisten a la Copa Mundial de la FIFA Rusia 2018 tienen la oportunidad de viajar de manera gratuita entre las ciudades sede para poder vivir algo diferente. Regularmente los fanáticos se encuentran todos juntos, divididos por naciones y colores, pero en el ferrocarril no les queda otra cosa que compartir un espacio para cuatro personas con ciudadanos de otros países.

Así es como comienza una vivencia diferente; en mi compartimento de Moscú a San Petersburgo, me tocó comunicarme con un marroquí y dos iraníes. La plática no fue fácil. El de Marruecos hablaba árabe y francés, así que no hubo problema ahí gracias a la lengua europea, pero con los de Irán solo tenía dos opciones: farsi o ruso.

Así que, sin poder utilizar mi inglés, pero practicando mi ruso, pude saber que eran estudiantes de ingeniería y que llevaban ya 10 años en este país.

Y la historia se repetía en el resto del vagón; por un lado, fanáticos chinos se comunicaban entre sí, mientras algunos aficionados de Ganda y la India intentaban platicar en inglés para saber de dónde venían y a qué partidos iban a viajar.

Para todos aquellos que estudian o hablan una lengua más que el español, estos viajes serían maravillosos, ya que te dan la oportunidad de practicar las pocas o muchas palabras que conozcas en un lenguaje extranjero. Además de que estas charlas te acercan más a culturas que consideramos desconocidas y hasta exóticas. El tren de Babel no nos divide como en la Biblia, sino que nos acerca más los unos a los otros gracias a un lenguaje común: el futbol.

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