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¿’Resurrección’ de las Chivas? No...

Omar Bravo (c) celbra su segundo gol sobre el América, en el Clásico mexicano.

Omar Bravo (c) celbra su segundo gol sobre el América, en el Clásico mexicano.

(Christian Palma / AP)
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El asador, rebosante. El olor a carne se impregnaba en la ropa. “Es un gusto estar aquí”, dijo el entrenador Matías Almeyda a sus nuevos jugadores de las Chivas, el histórico equipo mexicano que vive (otra vez) días turbulentos…

En el infierno rojiblanco, el timonel argentino, relevo del despedido ‘Chepo’ de la Torre, llegó a poner paños fríos. Hacer grupo. Aliviar heridas, sin rascar en ellas, con algo tan simple: una comida para conocerse.

En otro ‘tiroteo’ del pintoresco dueño de las Chivas y sus recién ex empleados (‘Chepo’ y Néstor de la Torre), el argentino se presentó en piso de cristal.

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Los jugadores, siempre a muerte con el estratega en turno hasta que llega el nuevo, hallaron calma en la transición y hasta el veterano Omar Bravo refrescó la imagen de goleador que acuñó.

Resultado: las Chivas salieron de Estadio Azteca con su tercera victoria en fila (dos en Liga y una en Copa MX) con su nuevo entrenador, al vencer 2-1 al América en el Clásico del futbol mexicano.

¿Así de fácil?

Lo complicado nunca ha sido el futbol, sino el suelo que pisan los involucrados.

Con la presión de sacar buenos resultados, a ‘Chepo’ de la Torre le quemó el presente y sembró inquietud en el plantel por decisiones…

Separar a Ángel Reyna y relegarlo al tercer equipo filial no cayó bien, a pesar de que el jugador no es del agrado de todo el plantel. El verso de “unión” y “trabajo en equipo” para seguir en la pelea por no descender no era coherente con el tenso ambiente a todos niveles.

Se fue ‘Chepo’ y Reyna está por volver al primer equipo. Costó muy caro al club como para tener ‘congelado’ su talento.

¿Las Chivas están de regreso?
No...
Aunque después de estar en el fango, con el estratega que pusieran, cualquier despunte era bueno… aunque están a media tabla general y el descenso acecha.

Lo que sí hizo Almeyda habla de su ‘colmillo’: no llegas a ningún lugar con el cuchillo en la mano y no peleas públicamente con los jugadores, pues de ellos depende tu empleo, además del discurso ‘queda bien’ (“yo creo en el trabajo”, “la unión de un grupo”, etc…).

En un mundo normal, no parecería extraño. Pero en el futbol mexicano lo ‘normal’ no existe, menos en las Chivas, donde viven en un barril lleno de pólvora… así que más calma con pensar que están de regreso. Esa película en Chivas está muy vista.

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