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Mundo del futbol de Estados Unidos llora eliminación y pide cambios

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Entrando a la última jornada del hexagonal final de la Concacaf, de los tres equipos que estaban en la pelea por el último boleto directo al Mundial de Rusia, Estados Unidos lucía como el que mejores probabilidades tenía para subirse al avión con los ya clasificados México y Costa Rica.

Gracias a su goleada ante Panamá días antes, los estadounidenses tenían ímpetu, solo dependían de sí mismos, y tenían la ventaja de que se estarían enfrentando al colero de esta fase, Trinidad y Tobago.

Su octava Copa del Mundo al hilo estaba a la vista después de algo de sufrimiento.

Pero como dice el viejo adagio, “los partidos hay que jugarlos”, y al final de la trepidante noche del martes, el equipo de las Barras de las Estrellas, debido a su impensable derrota contra los caribeños, se encontraba en el lado equivocado de una cadena de acometimientos que los dejará en casa este verano y que tiene al mundo del futbol en este país adolorido e indignado.

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“Es absolutamente devastador. De ir de lo más alto tras el juego contra Panamá, ahora te encuentras en lo más bajo”, dijo a HOY Deportes el presidente del grupo de apoyadores American Outlaws del Inland Empire, Eddie Gutiérrez. “Unos dicen que esto es parte de la belleza del deporte. Vives y mueres con tu equipo, pero esto si es agobiante”.

Para él la desilusión era latente pues cree que es torpe menospreciar a selecciones “chicas” como los trinitarios, sin embargo, no entiende porque pasó lo que pasó.

“Tal vez Alexis Lalas tenía razón cuando dijo que el equipo está lleno de ‘decepcionantes millonarios tatuados’. Teníamos que haber vencido a Trinidad y Tobago sin muchos problemas, no lo hicimos. No tengo respuestas para esto”, explicó Gutiérrez.

Alguien que sí comprende porque EEUU ha fracasado es el exseleccionado y actual analista de ESPN Taylor Twellman, quien inmediatamente después del juego arremetió duramente contra la idiosincrasia del balompié estadounidense.

“Nos teníamos que haber quitado los guantes hace mucho tiempo. Teníamos que haber tenido una crítica verdadera“, exclamó por la pantalla. “Tras el Mundial de Brasil se preguntaba, ‘¿podemos ganarle a Colombia, Bélgica y Argentina?’. Por favor, ¿no podemos ganarle a Trinidad en un campo que estaba muy mojado y pesado? ¿Qué estamos haciendo?”.

Por su parte, James Bathgate , otro miembro de los Outlaws, cree que lo que a final de cuentas realmente terminó descarrillando a EEUU fue que no llevó acabo un recambió generacional de jugadores cuando se tenía que hacer. Para él , el actual técnico del equipo, Bruce Arena, y su predecesor, el alemán Jürgen Klinsmann, tienen mucha de la culpa en esto.

“Jugamos con un equipo muy viejo. No le dimos juego a nuestros jóvenes cuando apenas empezaba el hexagonal, entonces no pudimos contar con ellos cuando los necesitábamos”, comentó. “Gedion Zelalem, Cameron Carter-Vickers y Josh Sargent…con experiencia pudieron haber sobresalido más que estos veteranos que simplemente ya no muestran el mismo corazón y esfuerzo de antes. Michael Bradley está acabado, también Clint Dempsey y Tim Howard”.

Bathgate siente que la única manera de que se pueden arreglar las cosas es haciendo un limpia completa empezando con Arena y el presidente de la Federación de Futbol de los Estados Unidos, Sunil Gulati, y construyendo el equipo alrededor de Christian Pulisic, la máxima promesa del futbol estadounidense.

Gutiérrez también está de acuerdo que Pulisic es el hombre que puede sacar a la selección de este hoyo en el que se encuentra. Y tiene mucho optimismo de que las cosas mejoraran pronto.

“Tenemos cuatro años para crear el mejor equipo del mundo. A muchos se les olvida que Inglaterra no clasificó para el Mundial del 94 y que la generación que siguió es considerada como una de sus mejores”, expresó. “Creo que esto puede pasar. Tenemos el talento joven para hacerlo, y mucho tiempo también”.

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