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Discúlpenme, Pumas...

Eduardo Herrera (c) es felicitado por Fidel Martínez tras su doblete para los Pumas en el 3-0 sobre el Veracruz.

Eduardo Herrera (c) es felicitado por Fidel Martínez tras su doblete para los Pumas en el 3-0 sobre el Veracruz.

(Christian Palma / AP)
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Debo aceptarlo: al inicio del torneo Apertura 2015 no daba un centavo por mis Pumas de la UNAM. La causa: fichajes que me parecieron sin sentido, continuidad a jugadores que poco habían mostrado y poco espacio a los canteranos.

Me como (casi todas) mis palabras ¡y me da gusto!... Mis Pumas son líderes del futbol mexicano: ganan, golean y gustan, gracias a la pericia del estratega Guillermo Vázquez, quien una vez más enseña cómo sacar agua de donde se cree que no hay, como cuando dio el título en el Clausura 2011, el más reciente de la institución.

El domingo, los Pumas, mi equipo desde la infancia, alargaron a cinco sus victorias con el 3-0 sobre Veracruz, en su mejor racha desde el Clausura 2004 (cuando fueron campeones) y bajaron a León de la cima por mejor diferencia de goles.

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Sumar 18 puntos de 24 posibles, tener el mejor ataque (22 goles) y la mejor defensa (9 recibidos) es oro en el turbulento futbol mexicano, donde la urgencia de resultados en directivas endebles sepultan todo proceso…

Vázquez ha sobrevivido con algo simple; exprime lo que tiene y cumple con buenos resultados… aunque su equipo titular tenga a cinco jugadores de origen extranjero, algo cada vez más lejano de la tradición del club.

Al delantero Eduardo Herrera (¡por fin!) le dieron continuidad y confianza, y el canterano responde con goles, para hacer buena dupla con el argentino Ismael Sosa.

De los que llegaron, Alejandro Castro renació con los felinos, Fidel Martínez tiene un ‘segundo aire’ y Marcelo Alatorre debe pesar más con su experiencia en la defensa.

Los seis goles de Britos resaltan, pues el atacante uruguayo no había justificado su fichaje de tal forma y él no es nuevo en el futbol mexicano.

No es el caso del argentino Emanuel Ludueña (76 minutos de acción) y los paraguayos Dante López (59 minutos) y Silvio Torales (10 minutos): juegan poco, aportan menos y quitan espacio para el desarrollo de un juvenil que sí siente los colores y daría más en la cancha.

¿Qué viene?

No es momento de pensar en el título aún ni sentirse a salvo con llegar a la Liguilla: eso es obligado para los Pumas (aunque la palabra ‘obligación’ les dé comezón a varios).

Pero sí es momento de consolidar su paso y mostrar sus alcances en los clásicos ante el despintado Cruz Azul (Jornada 9), la heridas Chivas (J-12) y América (J-17)…

De salida

Las Chivas y su pintoresco dueño tenían estratega (‘Chepo’ de la Torre) y al mismo tiempo negociaban en su cara con su relevo (Matías Almeyda). Ahí una nueva ‘definición’ de la palabra seriedad en el futbol mexicano.

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