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Cuando la pasión te hace dormir en el suelo

(Christopher Furlong / Getty Images)
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Asistir a una Copa Mundial de la FIFA es toda una experiencia, hay fanáticos que compran los boletos más caros, se hospedan en los mejores hoteles, y no batallan con su viaje a este torneo. Pero en cambio, hay otros que ahorraron durante varios años para poder estar aquí, que sufren día a día con tal de ver a su selección y cuando la pasión te hace dormir en el suelo, aun así, se sienten plenos.

Varios mexicanos pudieron conseguir a buen precio sus vuelos entre Moscú y Rostov en el Don, y la capital con Ekaterimburgo. Ellos fueron muy inteligentes y lograron reservar sus trayectos tras saberse el resultado del sorteo el 1 de diciembre del año pasado con lo que se ahorraron mucho dinero y dolores de cabeza. Pero los que no, de esos son los que hablaremos hoy.

Miguel le va al América desde chico, este es su primer Mundial y se animó a venir hasta Rusia al vender su auto para lograrlo. Hospedado en hostales, donde compartió cuarto hasta con 10 personas, no logró reservar tren gratuito de Moscú a Rostov en el Don, por lo que tuvo que buscar alternativas.

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Viajó a Kazán, donde durmió en el suelo de un apartamento que había rentado un colombiano. De ahí se trasladó en avión a Anapa, una ciudad turística a la orilla del Mar Negro, para quedarse a dormir en el aeropuerto. Cubierto con su bandera de México, Miguel puso su mochila de almohada y durmió el viernes por la noche en el puerto aéreo de esta ciudad porque su tren rumbo a Rostov en el Don salía hasta el sábado a las 7:00 horas.

Nos contó que llegando a la ciudad donde México enfrentó a Corea del Sur no tenía donde dormir, ni siquiera dónde bañarse antes del juego. Otro paisano que venía en el vuelo le ofreció su cuarto de hotel para que pudiera darse una ducha, pero Miguel seguirá buscando un lugar donde pernoctar antes de seguir su recorrido detrás del Tricolor.

Cuando la pasión te hace dormir en el suelo no pasas frío, se te olvida lo duro del piso, te importa muy poco lo que la gente pueda hablar de ti. Al fin y al cabo, estás cumpliendo tu sueño y unas cuantas horas de sufrimiento valen la pena con tal de seguir a tu equipo nacional en un mundial de futbol.

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