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Todo Rusia sonríe tras paso perfecto y demoledor del equipo de Stanislav Cherchesov

(Oleg Nikishin / Getty Images)
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Los rusos despertaron trasnochados y embriagados de felicidad la mañana del miércoles después que su selección, la que no había ganado en nueve meses antes del Mundial, demolió a su oponente, Egipto, y lo venció 3-1 en el segundo partido de la Copa del Mundo en San Petersburgo.

Desde agentes de seguridad que sonreían al ver la gente pasarhasta niños de cinco años con el rostro pintado junto a sus padres en el metro, la felicidad inundó las calles de Moscú, gracias a una victoria más de los muchachos de Stanislav Cherchesov.

Rusia se colocó prácticamente en la fase de eliminación directa, una etapa que no había vivido desde hace 32 años y que pocos pensaban que llegaría, pues no había ganado un partido de un Mundial desde 2002.

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Las calles de Moscú eran de alegría, cantos y música la noche del martes, desde el FanFest donde miles de seguidores rusos se volcaron hasta los bares aledaños a la Plaza Roja, y la noche fue corta para los seguidores que hasta el inicio del Mundial dudaban de su selección.

Muchos de ellos, aficionados al hockey, ya han puesto más atención a la sensación que está provocando los goles de Denis Cheryshev, Artem Dzyuba, mientras vemos más y más jóvenes parados frente a las pantallas gigantes de los restaurantes y bares.

El siguiente encuentro ante Uruguay será prácticamente para definir el primer puesto. Con un promedio de goles de +7, un empate ante la Celeste sería suficiente para asegurar el puesto de honor en el Grupo A, la cual se cruza con el B de España y Portugal en una cita probable en Sochi.

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