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Ekaterimburgo quedará en el corazón de México por mucho tiempo

(ANNE-CHRISTINE POUJOULAT / AFP/Getty Images)
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Los aficionados al Tricolor azteca siempre recordarán Moscú y Rostov en el Don como los lugares donde su equipo venció al campeón del mundo Alemania y a Corea del Sur, respectivamente. Estas ciudades siempre estarán en el corazón de los fanáticos, pero quizás se quieran olvidar de la urbe donde fue goleado 3-0 por Suecia, aunque seamos sinceros, Ekaterimburgo, México te quiere a pesar de todo.

Y es que a diferencia de la capital rusa, donde hay una gran cantidad de palacios y monumentos conocidos por los extranjeros a nivel mundial; aunada a la disimilitud de la metrópoli turística ubicada en las orillas del Río Don; Ekaterimburgo es un lugar industrial por excelencia y quizás la ciudad menos rusa de las once sedes de la Copa del Mundo 2018.

A esto le añadimos que ahí México vivió sus momentos más amargos hasta ahora en el mundial. Podría parecer que no es un buen lugar para recordar por parte de los aficionados aztecas.

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Pero la gente recibió con los brazos abiertos a nuestros paisanos, cantó cada una de las estrofas que entonaban los nuestros y en general eran más abiertos si traías un sombrero de charro o uno de paja. Y México le respondió de la misma manera. El intercambio de sarapes, sombreros, pins o banderas entre mexicanos y rusos fue algo muy común. Por lo que al finalizar el encuentro no fue raro ver a los locales con colores mexicanos. Pese al mal resultado, los aztecas no se querían ir.

Así que para cerrar con broche de oro, el camión conocido como “La Bendición” -un autobús manejado desde México por toda Europa y pintado con el folklore de nuestro país- condujo al Mariachi Nueva Generación de San Luis Potosí, para demostrarle a los locales que no había enojo alguno porque la ciudad no le trajo buena fortuna al Tri. Y así “El Rey” y “El Cielito Lindo”, nuestro país le dijo a Ekaterimburgo, “México te quiere pese a todo”.

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