EN FOTOS: No puede América con Puebla

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Las Águilas vuelan bajo en la etapa en la que deben mostrar su mejor versión.

En la recta final del torneo y ya con la Liguilla en puerta, el América empató 1-1 contra Puebla en el Estadio Azteca.

Son ya tres los partidos de los azulcremas sin ganar en la Liga, cuatro contando la Copa MX, además de que postergaron su clasificación a la Liguilla, aunque sea por unas horas ya que mucho dependerá de los resultados de hoy de Toluca y Necaxa.

Y eso que Moisés Muñoz una vez más le echó la mano a Miguel Herrera, pero el problema es que ahora no defienden la misma camiseta.

El portero del Puebla, criticado este torneo por sus severos yerros, agregó uno más a la colección cuando al 36’ se le escurrió un disparo de Matheus Uribe, en el que el balón le había caído justo a las manos.

Un golpe mental tan fuerte requería una reacción inmediata. Los defensas centrales Alonso Zamora y Patricio Araujo acudieron a levantarlo, a darle ese impulso anímico para evitar que se desmoronara y, con ello, la posible reacción del Puebla.

En el escenario en el que “Moy” se convirtió en leyenda en la Final del Clausura 2013, ahora tuvo una prueba de fuego. Caminó nervioso por la línea de gol, se persignó y siguió adelante.
Y toda La Franja entró en esa sintonía.

El América, contrario a su jerarquía y a su condición de local, jugó al contragolpe en el segundo tiempo. El cuadro poblano supo encerrarlo. Enrique Meza mandó cambios agresivos, jugando a matar o morir, pero más bien a matar porque los de casa prácticamente no generaron peligro.

Mientras toda la estructura ofensiva de las Águilas cambió, pero no el orden táctico, el “Ojitos” movió sus piezas y su equipo se mostró más peligroso, como ese remate de Brayan Angulo en el que Bruno Valdez y Agustín Marchesín se revolvieron para despejar el balón antes de que cruzara la línea de gol.

Era mucho el ímpetu del Puebla y mucha la desorganización azulcrema, sin un revulsivo, sin poder frenar a los visitantes que lograron el empate con un cabezazo de Félix Micolta, que le dio justicia al partido y que, de paso, encendió algunas alarmas en Coapa.