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ASÍ VIVÍ MI MUNDIAL: Pável Pardo recuenta su tumultuosa experiencia en Francia 98 con el Tri

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Durante su carrera de 19 años como profesional, Pável Pardo, considerado uno de los jugadores mexicanos más importantes de los últimos tiempos, jugó varios partidos importantes.

Participó en finales de la liga mexicana, Juegos Olímpicos, Copas América, una final de Copa Confederaciones, juegos decisivos en la Bundesliga y en una Champions League.

Sin embargo, con dos mundiales (1998 y 2006) en su espalda, no titubeó al explicar la razón por la cual estar en el máximo torneo de futbol del orbe, es algo aparte.

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“Para un jugador de futbol, lo más importante es ir a un mundial. Es como la cereza del pastel. Representar a tu país es el máximo nivel al que puedes aspirar”, dijo Pardo a HOY Deportes, quien actualmente es analista de Univision Deportes y el programa de la cadena “Misión Rusia”.

“Y cuando estas representando a un país no solo es el futbol. Estas representando todo lo que es la parte social, que eso es importantísimo”.

“En los mundiales no importa si a la gente no le gusta el futbol o no sabe nada. Pero sé que cuando juega la selección mexicana, 100 millones de mexicanos están paralizados enfrente de una televisión viendo que va a hacer y apoyando a sus jugadores. Y esto es una satisfacción única”, agregó.

El primer Mundial del ‘Bebé’ fue en Francia 98 cuando apenas tenía 21 años.

A 20 años de esa experiencia todavía recuerda lo que vivió especialmente en la antesala del certamen donde las cosas no pintaban bien para el Tri debido a una racha de malos resultados durante una gira europea.

“En los partidos amistosos no ganábamos. La gente nos escribía cartas, nos mandaba mensajes. Nos decían, ‘regrésense, van a hacer el ridículo’, ‘no queremos a esta selección’, ‘ustedes no son dignos de representar a el país’”, contó. “Era un tema bastante criticado para nosotros. Creo que debido a esa crítica el equipo se hizo más fuerte. Logramos revertir esa imagen de los partidos amistosos”.

Tras el proceso olímpico de Atlanta 96, Pardo se convirtió en un jugador titular con el combinado azteca a nivel mayor. Indicó que nunca pasó por su mente el no llegar a Francia pues se dijo “yo estoy acá y de acá nadie me va a bajar”. Sin embargo, admitió que sí tuvo algo de nerviosismo antes de que el técnico de ese entonces, Manuel Lapuente, diera su lista de 23 convocados para la justa ya que al final de cuentas nadie le aseguraba que iba a estar.

Alguien que realmente sí estaba en peligro de no ir a tierras francesas era Jesús Arellano, quien terminó siendo la revelación del Tri en este torneo. No había jugado en la mayoría de los cotejos previo al recorte definitivo, y palpaba que se iba a quedar con las ganas. De acuerdo con Pardo, al final el ‘Cabrito’ se pudo salvar gracias a su hambre.

“Cuando se acerca esa lista final, él habla con Lapuente y le dice, ‘oye yo quiero jugar, quiero demostrarme. Méteme para que veas y ya tú vas a decidir’”, recordó. “Me acuerdo que dio un partido espectacular en Alemania y en otro partido, y eso lo llevó a estar en la lista final”.

Ya de después de tanto sacrificio y de desearlo, el ‘Bebé’ hizo su debut mundialista el 13 de junio ante Corea de Sur. Revivió lo por que pasó durante el trayecto en autobús al Stade de Gerland en Lyon.

“Cuando uno va camino al estadio, se te vienen muchas cosas a la mente. Obviamente todo lo que has vivido, los momentos difíciles y también los buenos”, dijo. “Empiezas a recordar que tienes a millones de mexicanos pendientes y [hay] nerviosismo. Ese nerviosismo es algo normal, y cuando tú vas llegando al estadio se va disminuyendo porque al final de cuentas [el jugar en un Mundial] es algo que has deseado fervorosamente por tanto tiempo”.

Con Pável jugando de titular como lateral derecho, México remontó para vencer a los coreanos. Ante Bélgica en el segundo partido donde estaba en juego el pase a octavos, el Tri ingenió otra remontada, una mucha más espectacular pues empataron tras ir abajo 2-0. Sin embargo, el originario de Guadalajara no pudo gozar del ese glorioso momento ya que el árbitro escoses Hugh Dallas lo expulsó rigorosamente tras apenas 28 minutos de juego. El dejar al Tri en desventaja numérica dejó al ‘Bebé’ con una sensación mortificante.

“Es como si te tiran un balde de agua fría, se te paraliza todo. Te expulsan, luego vas perdiendo. Te dices, ‘imagínate si perdemos este partido, la culpa va a ser mía por que dejé al equipo con 10 hombres”, señaló. “Me acuerdo que tuve que ver el resto del partido en el vestidor en una televisión. Sufrí bastante porque pedíamos 2-0 con un hombre menos… se me hizo eterno”.

Después de perderse el épico juego ante Holanda -en el cual el Tri remontó otra vez para emparejar tras estar en desventaja de dos goles- debido a su sanción, Pardo regresó ante Alemania ya en la ronda de 16.

Relató que abajo 1-0 en el segundo tiempo, el intenso calor y la humedad en el Stade de la Mosson de Montpellier ya tenía fundidos a los teutones, y el ansiado triunfo de importancia que anhelaba México se veía alcanzable. Sin embargo, al final no fue así.

“Veíamos muy cerca que podíamos ganar el partido. Faltaban prácticamente 15 minutos cuando viene la jugada de Luis Hernández que falla un gol”, indicó. “Teníamos el partido controlado hasta que viene un centro y nos empatan, y el segundo llega ya casi al final del partido”.

Cree que si el ‘Matador’ hace esa anotación la historia hubiera sido distinta. Pardo dijo que culminó su primer mundial molesto y pensando en lo que pudo ser.

“A nadie le gusta perder y menos al estar tan cerca de poder dar ese paso importante en un Mundial”, aseveró. “Es la parte que a México le falta. Esa la experiencia que se adquiere, la mentalidad juega un papel importante”.

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