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Jessie Vargas busca arrollar a Manny Pacquiao

(Damian Dovarganes/AP)
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Usualmente para una pelea de título mundial, el monarca reinante es el que recibe la mayoría de los reflectores y es el que carga con la etiqueta de favorito. Sin embargo, cuando el retador es una leyenda viviente del pugilismo como Manny Pacquiao, el libreto cambia.

En lo que será su primera defensa, el campeón de peso welter de la Organización Mundial de Boxeo (OMB), Jessie Vargas, entrará a su combate del 7 de noviembre ante ‘Pacman’ en el papel de víctima.

Pero al peleador mexicoamericano no le incomoda dicha situación de cara a la que será la pelea más grande de su carrera de ochos años, pues dijo que siente que ha sido desfavorecido durante su carrera y aún así está en la posición en la que se encuentra.

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“He peleado desde que tenía ocho años de edad y en el ámbito amateur, así como en profesional, he vencido a varios rivales que se decían ser los mejores. Mucha gente pensaba que ellos me iban a vencer, pero les demostré que estaban equivocados. Ya estoy impuesto a no ser visto como el favorito “, dijo Vargas durante un evento el jueves en donde se presentó el duelo. “La verdad es que le agradezco mucho a la gente negativa, como la que dice que Pacquiao es mucho más rápido que yo. Estos comentarios me hacen querer ser más veloz que él”.

Vargas (27-1, 10 KOs) recordó una experiencia de su niñez en especial que ejemplifica como siempre a tenido que remar en contra de la corriente. Es una que todavía alimenta sus ganas de ser él mejor.

“Cuando tenía 12 años gané un torneo de Guantes de Oro a nivel nacional. Después de pelear por cinco días seguidos, cuando regresé al gimnasio en donde entrenaba, llegó un periódico local a cubrirnos. El dueño se encargó de que se enfocaran en un chico que había perdido en las semifinales de la competencia”, explicó. “Yo estaba pensando, ‘ey yo fui el que ganó una medalla’. Al último solo me dedicaron un pequeño artículo, al otro peleador le dieron una página entera”.

Ante Sadam Ali, el rival al que venció por nocaut en marzo para coronarse, fue su primera victoria por la vía rápida en 10 contiendas, Vargas mostró más malicia de la que había mostrado hasta esa noche sobre el ring. Él atribuye este cambio de actitud a su entrenador Dewey Cooper, con el que ha trabajado desde que concluyó su colaboración efímera con Erik Morales tras el choque contra Tim Bradley en junio del 2015.

“Soy mucho más agresivo ahora. Durante las sesiones de sparring no tocamos guantes. Antes de que empezarnos a entrenar para enfrentar a Pacquiao, le dije a Dewey, ‘no quiero tocar guantes con él’’, dijo el originario de Las Vegas. “Ya no soy tan buena gente y esto me ha beneficiado”.

Sobre cómo terminará el combate ante el vigente político filipino, el campeón no titubeó al momento de pronosticar el resultado, fue audaz.

“Me veo ganando la pelea de manera sorpresiva. Nos va a beneficiar a los dos este resultado. Yo me quedare en la cima e intentaré convertirme en una leyenda también, mientras que él intenta ser un gran senador en su país”, exclamó.” Voy ir por el nocaut. Al momento que me dé una apertura, iré sobre de él. Me gusta que se acabe en el octavo asalto”.

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