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Vasyl Lomachenko retiene su corona ante un temeroso Miguel Marriaga  

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En abril el boxeador colombiano Miguel Marriaga dio de que hablar al mostrar mucha valentía ante el campeón mexicano de peso pluma Óscar Valdez en lo que fue una candente guerra en Carson.

Este sábado en el Teatro Microsoft de Los Ángeles contra el ucraniano Vasyl ‘Hi Tech’ Lomachenko, quien es considerado como uno de los mejores libra por libra del momento, Marriaga mostró una cara drásticamente distinta ya que literalmente tuvo temor en el ring.

En una pelea que pareció más como una sesión de sparring ante más de 4,000 espectadores que una pelea titular, Lomachenko retuvo su título de peso superpluma de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) cuando antes del inicio del octavo round la esquina del colombiano tiró la toalla.

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Con el triunfo el europeo (9-1, 6 KOs) defendió exitosamente por tercera ocasión la corona que le quitó al boricua Román ‘Rocky’ Martínez el año pasado.

Desde el comienzo de la contienda, la disparidad entre Lomachenko y Marriaga (25-3, 21 KOs) en corpulencia, reflejos y talento era bastante evidente.

Quizás por esta razón el colombiano mostró mucha mesura e hizo todo lo pudo para evitar a ‘Hi Tech’.

En tercer el round el ucraniano se enfadó tanto de la poca voluntad de Marriaga que lo invitó a que le pegara. Al irse hacia el frente, Lomachenko se volcó sobre de él y lo tumbó con un tenaz y quirúrgico derechazo.

Tras levantarse, el campeón siguió bajando su guardia y hasta le bailó para mofarse de su inoperancia.

Para el quinto episodio, ‘Hi Tech’ todavía estaba jugueteando con Marriaga. Durante un forcejeo en una esquina le dio unas palmadas en la cabeza como si fuera un niño.

Después de divertirse un poco Lomachenko se puso serio y empezó a desmantelar al colombiano con precisas combinaciones y su impresionante uppercut de izquierda.

Para el séptimo episodio el final de las acciones ya se palpaba. En un destello el ucraniano conectó al retador con un gancho a la mandíbula que lo puso de espalda sobre la lona. Se puso de, pero anticipando que le podía ir peor, su esquina no le permitió salir para el siguiente giro.

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