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‘Zurdo’ Ramírez no cree que el ganador de ‘Canelo’-Chávez Jr. será el rostro del boxeo mexicano

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El mes próximo se cumplirá un año desde que Gilberto ‘Zurdo’ Ramírez hizo historia al convertirse en el primer púgil mexicano en conquistar un título del mundo en el peso supermediano.

Sin embargo, aunque todavía ostenta su corona, el de Mazatlán, Sinaloa, aún no sabe lo que es subir a un cuadrilátero como monarca.

En julio, a dos semanas de hacer su primera defensa del campeonato que le arrebató al veterano Arthur Abraham, Ramírez sufrió una ruptura de tendón en el nudillo del dedo medio de su mano derecha durante una sesión de entrenamiento.

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Su contienda ante Dominik Britsch se cayó de inmediato, fue operado y no pudo entrenar plenamente hasta octubre. Pero el 22 de abril en el StubHub Center de Carson, el ‘Zurdo’ (34-0, 24 KOs) finalmente sacará su campeonato de la Organización Mundial de Boxeo (OMB) de la congeladora y lo expondrá contra el ucraniano Max Bursak (33-4-1, 15 KOs).

“Ya estamos al cien por ciento, hemos estado golpeando fuerte y hemos hecho sparring”, dijo Ramírez a HOY Deportes durante una conferencia de prensa celebrada en Manhattan Beach para promocionar la velada que compartirá con su compatriota Óscar Valdez. “No siento ningún dolor, al contrario, me siento más confiado con mi mano”.

El sufrir el contratiempo justo cuando emprendía su vuelo hacia los primeros planos del boxeo, dejó a Ramírez decepcionado y en un estado de incertidumbre pues él vive de sus puños.

“Son mis herramientas de trabajo. Me asusté de primero, después me sentí un poco triste, enfadado conmigo de por qué me pasaba esto”, indicó. “Con el paso del tiempo me fui controlando, fui pensando sobre la situación y esto me ayudó bastante. [El tiempo fuera] me ayudó a descansar y pensar un poco en mí y sobre mi carrera para regresar con más ganas de triunfo”.

El sinaloense confesó que antes de que se le roturara por completo el tendón, ya había efectuado tres peleas con molestias en su mano a la hora de conectar.

De vencer a Bursak, Ramírez tiene en la mira a dos rivales de peso: Gennady ‘GGG’ Golovkin o James DeGale.

Antes de la lesión, el ‘Zurdo’ y su promotor Bob Arum, de Top Rank, estaban retando a ‘GGG’ para que se olvidara de un pleito ante Saúl ‘Canelo’ Álvarez y subiera a las 168 libras.

Pero con la posibilidad latente de que el ucraniano finalmente se mida con el pelirrojo en la segunda mitad de este año, la pelea más grande que le quedaría al sinaloense es contra el inglés Deagale, campeón supermediano de la Federación Mundial de Boxeo (FIB). Ramírez también ansía tanto este duelo que hasta está dispuesto a retarlo como visitante.

“Incluso sí él quisiera pelear en su tierra, yo le peleó [allá]. Estoy listo para cualquiera”, exclamó.

El box azteca ya tiene cara

En cuanto a la super pelea de mayo entre ‘Canelo’ y Julio César Chávez Jr., Ramírez no se inclina por ninguno de sus dos compatriotas. Para él, el candente tema del peso pactado de 164 libras y media es algo que sale sobrando.

“El peso no es una excusa para ninguno de los dos, si ellos van a pelar es porque quieren la pelea y porque quieren probar quien es el mejor de ellos dos”, dijo.

En lo que es la antesala del combate, mucho se ha comentado que él que salga airoso se establecerá como la nueva cara absoluta del boxeo mexicano. ‘Zurdo’ por su cuenta, no lo ve así y tajantemente se señaló a él y a sus compañeros de Top Rank, el sinaloense Valdez y el mexicoamericano Jessie Magdaleno, ambos campeones mundiales también, como los verdaderos rostros del pugilismo azteca, ya que considera que ellos sí no le sacan la vuelta a los retos difíciles.

“La cara de México somos nosotros, Óscar Valdez, Magdaleno y yo que vamos compitiendo contra la corriente. Nosotros vamos con los que quieran pelear con cada uno de nosotros”, subrayó.

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