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El púgil mexicano Raymundo Beltrán pelea por quedarse en EE.UU. a través de los golpes

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Cuando el boxeador mexicano Raymundo ‘Ray’ Beltrán suba al ring este sábado en el Teatro Microsoft de Los Ángeles para enfrentar al aguerrido costarricense Bryan Vásquez (ESPN Deportes, 7 p.m.) en respaldo de la pelea entre Vasyl Lomachenko y Miguel Marriaga, no habrá un campeonato mundial de por medio.

Pero sí será un duelo en el cual habrá mucho en juego, pues su permanencia en Estados Unidos depende mucho del resultado.

En 1996, Beltrán junto a su madre y hermanos dejaron Los Mochis, Sinaloa, e emigraron sin documentos a EE.UU. en busca de una mejor calidad de vida. En el boxeo profesional pudo encontrar la manera de permanecer en este país legalmente por vía de una visa P1 que se les otorga a atletas profesionales para que puedan trabajar.

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Pero a sus 35 años de edad, casado y con tres hijos nacidos aquí, ya no quiere que su estatus en este país dependa de permisos temporales; ahora desea conseguir la residencia permanente.

“He sido un buen ciudadano, no he cometido crímenes. Me he portado bien todo el tiempo, pero bueno este país tiene ciertos requisitos”, dijo Beltrán a HOY Deportes. “Por medio del deporte es cómo yo tengo una mejor oportunidad para calificar [para la residencia]”.

El púgil, quien por años fue el sparring preferido de la leyenda filipina Manny Pacquiao, tiene la esperanza de obtener una visa de primera preferencia conocida como EB-1 que requiere que el solicitante demuestre que tiene “aptitudes extraordinarias” en un ramo específico como la música, las artes, las ciencias o los deportes.

Por esta razón, cada vez que sube al ring necesita que presentar argumentos que apoyen su solicitud, y saliendo con la mano en alto es la mejor manera que lo puede lograr.

“Ahorita cada pelea es clave para poder obtener la ‘mica’ porque tenemos que probar que tenemos habilidades extraordinarias…las victorias son claves”, explicó. “Tengo que ganar para seguir probando que tengo talento especial de talla mundial. Lo triunfos no asegurarían que nos van a aprobar, pero si nos ayudarían un poco más”.

La misma motivación

En los 18 años que ‘Ray’ (33-7-1, 21 KOs) lleva dentro del boxeo de paga, ha disputado un campeonato mundial en dos ocasiones. La última vez fue en 2014 ante Terence Crawford, quien es considerado como uno de los mejores libra por libra de la actualidad.

Sobre cómo se compara el pelear por una corona del mundo a pelear por una “green card”, el residente de Phoenix indicó que para él los dos escenarios son casi idénticos. El hecho de que se esté jugando su vida en EE.UU. y la unión de su familia, no le produce más presión.

“Es lo mismo, sabes que vas por un premio grande. Las maneras son diferentes y las situaciones, pero la motivación es la misma. Tenemos que echarle ganas, pelear duro, estar entusiasmados y siempre estar positivos”, expresó.

Curiosamente, si sale airoso ante Vásquez (35-2-0, 19 KOs), Beltrán también estaría fortaleciendo su caso para conseguir otra contienda titular. Tras su revés contra Crawford, lleva una racha de cuatro victorias y está en fila para medirse contra el campeón de peso ligero (135 libras) de la Federación Internacional de Boxeo (FIB), el invicto estadunidense Robert Easter.

“Creo que estoy peleando mejor que antes, es mi momento. No tengo ninguna duda, no tengo ninguna preocupación. Vamos a lograr el título pronto”, señaló.

En cuanto a cómo va su proceso para obtener la visa EB-1, de acuerdo con el mánager de ‘Ray’, Steve Feder, tras la pelea contra Vásquez, los abogados presentarán formalmente la aplicación ante las autoridades de inmigración.

Originalmente la iban a someter en mayo después de la contienda con Jonathan Maicelo, sin embargo, al enterarse que la promotora de Beltrán, Top Rank Boxing, iba a asociarse con la cadena por cable ESPN para trasmitir sus carteleras, decidieron esperar para poder usar el mayor escaparate que podría tener su cliente como uno de sus argumentos a favor.

Aunque a Beltrán le emociona pensar en cómo le cambiarían las cosas si pudiera conseguir la residencia permanente- además de tener una vida más estable, ya podría viajar a México con su esposa para visitar a la familia de ella, algo que nunca han hecho-también está consciente por lo que pasaría si no la obtiene.

“Sería algo difícil si no me la dan, tendría que irme. De aquí son mis hijos”, aseveró. “Quiero mucho a mi México, es mi país natal y me encanta. Pero aquí he hecho la mayor parte de mi vida. Aquí tengo raíces familiares, mis amigos…y pues aquí se come mejor”.

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