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El Zócalo de Ciudad de México se transforma en una arena de boxeo

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El Zócalo de Ciudad de México, la máxima plaza pública en este país, se transformó este sábado, en uno de sus sectores, en una arena de boxeo que recibió una función encabezada por una pelea de título mundial femenino.

Horas antes de que comenzará el intercambio de golpes con una decena de combates, los miles de aficionados, hombres y mujeres, comenzaron a llegar al sitio que lució espectacular por el marco que los edificios coloniales, entre ellos el Palacio Nacional y el Catedral Metropolitana, y los vestigios prehispánicos le dieron.

Las filas de personas que querían estar cerca del cuadrilátero, en un genuino “ring side”, eran interminables. El objetivo de ellos era vivir el boxeo, los golpes, la acción, muy cerca, una sensación que la mayoría de los aficionados no ha sentido porque en una función son los lugares más caros y en esta ocasión era gratuita.

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El cuadrilátero se instaló a los pies de la monumental bandera mexicana que distingue a la llamada Plaza de la Constitución, un poco más cerca del portal de Mercaderes y un “poco distante” el Palacio Nacional.

Pero no solo aficionados al boxeo quería ser testigos de los combates, los poco entendidos del deporte de los puños también querían un lugar en la “arena” para presenciar la pelea estelar entre la mexicana Mariana Juárez, quien buscaba el título de peso gallo del Consejo Mundial de Boxeo (CMB) de Catherine Phiri, de Zambia.

Juárez es una de la boxeadoras quien junto con sus compatriotas Ana María Torres y Jackie Nava batallaron para darle un lugar al boxeo de mujeres en México hace más de una década y demostró, con su convocatoria, que consiguió su objetivo.

Mariana, dueña de un físico atractivo, tiene conexión con los seguidores del boxeo además, hace unos años, se atrevió a posar para una revista de caballeros.

La mexicana, de dilatada experiencia, llegó al combate con una marca de 44 triunfos, 17 por la vía rápida, nueve derrotas y cuatro empates, mientras que su rival apenas suma 12 triunfos, seis antes del límite, y una derrota.

Los organizadores, que esperaban unos 30.000 aficionados, 20.000 “dentro” de la improvisada arena, se vieron rebasados en sus expectativas con otras 20.000 personas.

La función cumplió cabalmente con los aficionados al ofrecer un cuadrilátero como en Las Vegas, techado, con la iluminación requerida y con sonido y pantallas en lo alto de sus laterales.

El boxeo se unió a deportes como fútbol, béisbol, baloncesto, fútbol americano, lucha libre y automovilismo que se han celebrado en el histórico sitio, el cual se ubica a unos metros del Templo Mayor, erigido en la época prehispánica.

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