Toros de Tijuana es más que béisbol

Cuando asistí al Congreso Nova en mayo de este año, tuve la oportunidad de ser testigo de la conferencia impartida por Sergio Cortés Castro, gerente de mercadotecnia del equipo fronterizo del Rey de los Deportes, Toros de Tijuana. Ahí nos platicó que la necesidad primaria de una novena pegada al muro con los Estados Unidos, era ir más allá de lo deportivo y ser “más que béisbol”.

Este lema ha servido para que el club se ubique entre los primeros lugares de entretenimiento de la ciudad, no sólo para los amantes de la pelota caliente; sino también para todos aquellos que todavía no entienden la ciencia del béisbol, pero que buscan un lugar donde divertirse y la oportunidad de “subirse al tren” de los ganadores. Sobre todo, ahora que Toros está disputando por primera vez en su historia la Serie del Rey.

Y como cualquier buena arma de la mercadotecnia, tiene doble filo, y es precisamente este lema el que está calando duro con los aficionados de hueso colorado. Aquellos que prefieren disfrutar de un buen duelo desde la lomita, que estarse fijando si salen en la pantalla para tomarse foto. Aquellos fanáticos que prefieren estar atentos todo el juego a los movimientos que haga el manejador para poder ganar esta partida de inteligencia comparable con el ajedrez, que estar buscando ser el más borracho de todo el estadio y formar la fila de vasos de cerveza más larga del inmueble.

Son ellos los que se quejaron ayer mientras hacían largas filas para comprar una entrada para la Serie del Rey, reclamando a los villamelones y aquellos que solo están interesados en Toros de Tijuana cuando es la inauguración o se está en los Playoffs. Son ellos los que maldecían en las redes sociales mientras algunos “lacras” revendían a precios exorbitantes sus cortesías o sus boletos de cien pesos.

Al final de todo, “Toros de Tijuana, más que béisbol” es un lema que involucró a todos los tijuanenses a ir al parque de pelota y apoyar al equipo de casa. Es una buena idea que puede ser abusada por algunos, pero que hizo que el ir al Estadio Gasmart sea una de las experiencias más enriquecedoras de los amantes al deporte: disfrutas de un buen juego de pelota, comes de manera deliciosa y de paso te enfiestas en un lugar seguro donde se cierra con broche de oro y se baila con la banda.

Así que amigos amantes del béisbol, no se enojen por la gente que se sube al tren de los ganadores, ustedes venían en primera clase, dejen que los villamelones se empapen del deporte de sus amores y comiencen a conocerlo por lo bello que es. Sólo recuerden, hay que garantizar la fiesta y el orden durante la Serie del Rey, para demostrarle a todo el país que Toros de Tijuana es más que béisbol.