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Los Reales de Kansas City demostraron que el dinero no lo es todo

Los Royals de Kansas City celebraron a lo grande su título en la Serie Mundial.

Los Royals de Kansas City celebraron a lo grande su título en la Serie Mundial.

(Jamie Squire / Getty Images)
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Los Royals de Kansas City culminaron su desfile de campeonato con una celebración afuera de Union Station, un majestuoso salón cuya historia se remonta a 1914. El tiempo y el comerció habían dejado en el olvido al inmueble, para la mitad de la década de los ´90s estaba abandonado, descuidado y cerca de ser demolido.

No hace mucho tiempo atrás, los Royals también se encontraban en mal estado. La ineptitud fue arraigándose, tuvieron 17 temporadas perdedoras en 18 años.

Union Station ha sido hermosamente restaurado, el equipo de los Royals también. El legendario George Brett fue parte del desfile el martes, le pasó la batuta de gloria a Mike Moustakas, Eric Hosmer y Salvador Pérez. Los aficionados de los Royals ya no tendrán que ver viejas imágenes de Brett vestido en azul celeste para poder ver algo de grandeza en el diamante.

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No hay duda que este es un gran equipo. Los Royals ganaron 95 juegos durante la temporada regular. El récord del equipo durante esta y la pasada postemporada fue de 22-9, incluye tres derrotas en donde aparece Madison Bumgarner.

“Nos causó algo de risa cuando salieron las predicciones que decían que ganaríamos 72 o 73 juegos”, dijo el mánager de los Royals Ned Yost. “Pensamos que eso fue muy gracioso”.

Posterior a un Serie Mundial, siempre se trata de descifrar el proyecto que dio fruto a un campeonato y se trata de sugerir como otros equipos lo pueden duplicar.

Los Royals tuvieron buena y mala fortuna. De 2005-08, las selecciones de la primera ronda del draft de los Royals fueron el jardinero Alex Gordon, el lanzador Luke Hochevar, Moustakas y Hosmer, en ese orden. Los Royals tuvieron prioridad a la hora de hacer selecciones a lo largo de varios drafts porque tuvieron tres temporadas al hilo en donde perdieron 100 juegos y otra en donde perdieron 93.

Muchos equipos le ofrecen millones de dólares a lo que parece ser millones de jóvenes en todo Latino América. Los Royals contrataron a Salvador Pérez, el Jugador Más Valioso de la Serie Mundial, por $65,000 y a Yordano Ventura por $27,000. Pagando estos precios, un equipo realmente no puede trasmitir nada de esperanza.

Los Royals desarrollaron y tuvieron mucha profundidad en su grupo de lanzadores, tuvieron con que para suplir la perdida de dos de sus lanzadores estelares esta temporada, uno fue el lesionado Jason Vargas y el otro fue el poco efectivo Jeremy Guthrie, también traspasaron a tres lanzadores jóvenes para adquirir al as Johnny Cueto.

Y cuando los Royals no tuvieron el dinero para retener al lanzador James Shields, al bateador designado Billy Butler y al jardinero Nori Aoki del equipo que ganó la Liga Americana el año pasado, cautelosamente entraron al mercado de la agencia libre y apostaron por Edinson Volquez, Kendrys Morales and Alex Ríos. El costo total por estos tres jugadores fue de $48 millones, lo mismo que los Dodgers invirtieron en Brandon McCarthy.

Los Royals nunca han gastado más de $55 millones en un agente libre. El lanzador Gil Meche gallardamente dejó $12 millones de su contrato en la mesa cuando una lesión en uno de sus hombros ya no lo dejó hacer su trabajo. Los Royals usaron algunos de esos millones para firmar a su prospecto sobresaliente, el paracorto Raúl A. Mondesí, quién hizo su debut durante esta Serie Mundial.

El agotado cliché de “no se trata del dinero” tiene algo de verdad cuando se habla de los Royals. Por cada dólar que los Royals han invertido en su plantilla de Grandes Ligas, los Yankees han invertido casi dos, los Dodgers casi tres.

“Si tienes buen pitcheo y tienes juego defensivo, vas a ganar juegos”, dijo el gerente general de los Royals Dayton Moore. “Así es como pones las cosas a tu favor”.

Los Royals y su implacable bateo se asemejan mucho a los Angels del 2002, el último equipo del Sur de California en quedar campeón, con excepción de su mejor pitcheo , defensa y mejor manera de correr las bases.

El momento determinante de esta Serie Mundial no fue un vuelacercas o un strikeout. Fue Hosmer corriendo furiosamente a home, fue una combinación del informe de exploración y la capacidad de reacción bajo la presión que trae los playoffs. Michael Conforto, el jardinero novato de los Mets de Nueva York, tuvo la misma cantidad de vuelacercas en el juego 4 que los Royals tuvieron en toda la serie.

No sería práctico que cada equipo copiara el plan de pitcheo, defensa y velocidad de los Royals, solo porque le restaría valor a los bateadores de poder. Pero no estaría mal que muchos equipos si dieran cuenta que los Royals no dependen de bateo poderoso.

Con el surgimiento de resultados analíticos que dicen que los strikeouts pueden predecir el éxito que tendrá un lazador -un jardinero no puede perder una bola si el bateador nunca le pega a bola- ha tenido una correlación con un tipo de velocidad que nunca se había visto en el béisbol, en donde un lanzamiento de 95 millas por hora ha sido reducido a un lanzamiento que apenas rebasa el promedio de velocidad. Tal vez podríamos descubrir una relación entre toda esa velocidad y todas esas lesiones de codo.

Mientras tanto, los strikeouts se están acumulando debido a que a los bateadores les están aconsejando que trabajen la cuenta, les permiten quedar ponchados. Los Royals le pegan al primer lanzamiento si quieren. Ponen la bola en juego, prefirieren correr en vez de pegar, y obligan al otro equipo a hacer jugadas, y también errores en algunas ocasiones. Con la estrategia económica de crear un grupo de lanzadores empezando desde el bullpen que muchos equipos ya están adoptando, el aumentar la cuenta de lanzamientos de un lanzador estelar no podría ser una acción bastante efectiva si la parte media del grupo de relevistas se ve afectada.

Este tipo de análisis minucioso puede ser tratado otro día, por lo menos en Kansas City. Este momento es para celebrar el renacimiento del béisbol ahí. Los Royals no tienen que pedir disculpas por haber tenido muchos jugadores que fueron seleccionados para el Juego de Estrellas. Los Royals registraron la mejor asistencia entre todos los equipos en esta temporada. También tuvieron los mejores ratings de televisión entre todos los equipos. Cuatro de cada cinco televisores en Kansas City estaban sintonizados al Juego 5 de la Serie Mundial.

Al excomisionado de Grandes Ligas Bud Selig le gustaba hablar de la fe y de la esperanza. Cuando todos los equipos llegaron a un acuerdo para juntar una buena cantidad de todas sus ganancias, llegó a pensar que la paridad económica entre todos los equipos era posible y por ende se podría restaurar la fe y la esperanza de todas las aficiones de Grandes Ligas.

Claro, el dinero ayuda pero no tiene mucha importancia sin la paciencia de los dueños y la inteligencia de la gerencia.

Los Royals juegan en el mercado más chico de la Liga Americana. Ganando la Serie Mundial dejaron sin excusas a los otros equipos y llenaron a muchos aficionados de fe y de esperanza.

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