Anuncio

No entiendo lo que está pasando en estas Finales

Los jugadores de los Warriors de Golden State Stephen Curry, izquierda, y Harrison Barnes, centro, buscan un rebote ante LeBron James (23), de los Cavaliers de Cleveland, en la primera mitad del cuarto juego de la final de la NBA en Cleveland, el jueves 11 de junio de 2015. Los Warriors ganaron 103-82 para empatar la serie 2-2.

Los jugadores de los Warriors de Golden State Stephen Curry, izquierda, y Harrison Barnes, centro, buscan un rebote ante LeBron James (23), de los Cavaliers de Cleveland, en la primera mitad del cuarto juego de la final de la NBA en Cleveland, el jueves 11 de junio de 2015. Los Warriors ganaron 103-82 para empatar la serie 2-2.

(Ronald Martinez / AP)
Share

No entiendo lo que está pasando en estas Finales

Recuerdo que cuando estaba ‘chavo’ jugué básquetbol por un buen tiempo. Sin afán de presumir, la verdad es que era bueno tirando triples. Y había otro muchacho del barrio, del que ya ni su nombre recuerdo, que jugaba horrible y tenía un tiro espantoso.

Cuando jugábamos ‘cascaritas’ yo era de los primeros a los que escogían, y él era de los últimos. Pero algo que él sí tenía era que a la hora de defender se pegaba como chicle; y cuando llegamos a jugar uno a uno, me complicaba bastante y me ganó algunas veces.

Lo que he visto hasta ahora en estas Finales de la NBA me hizo acordarme de él. Hay equipos que pueden ser más talentosos que otros, y por lo regular eso se refleja en la cancha; sin embargo, casi siempre hay uno, en el papel inferior, que se le complica al favorito. Y es en esos escenarios en los que se han gestado algunas de las más grandes sorpresas de la historia.

Anuncio

Hay muchas cosas que no logro explicarme de estas Finales. No creí que los Cavaliers fueran a tener en algún momento la ventaja en la serie; nunca imaginé que un desconocido como Matthew Dellavedova sería capaz de limitar –y hasta anular por momentos– a Stephen Curry; y aunque esperaba ver a LeBron James en plan grande, nunca pensé que tendría números como los que puso en los primeros tres juegos.

Si lo piensan, esta serie podría haber estado 3-0 a favor de Cleveland, de no ser porque una pulgada evitó que un dramático tiro de Iman Shumpert le diera el triunfo a los Cavs en el Juego 1. En vez de eso, Golden State ganó el primer partido en tiempo extra, y con su contundente victoria del jueves en el Juego 4, ahora la serie se definirá a favor del mejor de tres partidos, con los Warriors recuperando la ventaja de la localía.

Antes de iniciar la serie pronostiqué que los californianos se coronarían en seis juegos, y aunque ahora esa posibilidad es grande, confieso que no ha sido uno de mis mejores ‘picks’. No me retracto de mi pronóstico, pero si eso sucede, no será de la forma que pensé que pasaría.

No quiero discutir mucho sobre LeBron James. Par mí está claro que es el Jugador Más Valioso de estas Finales, sin importar si las gana o no. Lo que había hecho en los primeros tres partidos –promediar 41 puntos, 12 rebotes y 8 asistencias en esta serie por el título–, sin gran apoyo, simplemente era increíble.

El que los Warriors (el mejor equipo de la liga en ambos lados de la duela esta temporada) finalmente hayan logrado limitarlo y hacerlo lucir como un jugador de este mundo, es la prueba más clara del valor de ‘LJ’. Su ‘pobre’ desempeño en el Juego 4 –afectado por la lesión en la cabeza que sufrió en el segundo cuarto–, evidenció lo mucho que su equipo depende de él.

Los dobles y hasta triples equipos que le hicieron a James fueron desaprovechados por sus compañeros de perímetro, J.R. Smith, Dellavedova y Shumpert, quienes se combinaron para encestar apenas 7 de 35 disparos, incluido un patético 3-22 en intentos de tres puntos.

Ahora Cleveland necesitará otra legendaria actuación de LeBron el domingo para evitar ver desvanecida la ventaja de 2-1 que tenía, y no caer en el hoyo de un 2-3 en contra que dejaría a los Cavs al borde del precipicio.

James ha tenido grandiosas actuaciones luego de un descanso de tres días como el que gozará antes del decisivo Juego 5. El destino de los Cavs, y la esperanza de una ciudad que no ha visto un campeonato de ninguno de sus equipos en más de medio siglo, una vez más dependen de LeBron.

Anuncio