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Tras ser deportado, ‘Pochito’ se refugió en el MMA en México y ahora es campeón  

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Comenzar en las artes marciales mixtas (MMA, por sus siglas en inglés) a los 20 años no es algo muy común en los atletas de alto nivel y mucho menos en peleadores que poseen títulos mundiales, como José Alday, el campeón de peso gallo de Combate Américas.

Alday no conocía el MMA cuando fue deportado a los 20 años de edad después de que lo paró la policía en Arizona.

“Había tomado dos cervezas”, expresó Alday, quien tras ser detenido y reportado con el departamento de inmigración, fue deportado en cuestión de dos horas a México. “Me trataron como criminal. Nunca me porté mal aquí”.

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‘Pochito’ tenía visa de turista, pero se quedó en este país después de que esta se venció. En su adolescencia, ni él ni su entonces novia Brianna sospechaban que la deportación los iba a separar.

“Tenía 17 años, nunca cruzó por mi mente que eso podría pasar”, reconoció Brianna, ahora esposa de Alday, quien recuerda que no tuvo tiempo ni para despedirse de su entonces novio.

Esa fue una experiencia muy fuerte para Alday, quien a pesar de que nació en México, no había vivido en su vida adulta en ese país. Además, todos sus seres queridos, incluyendo a sus padres, vivían en Arizona.

“Duré rato para hacerme la idea de que iba a pasar el resto de mi vida en México, tomó un par de años para darme cuenta que si me quedaba no iba a haber problema”, señaló Alday.

Pero eso no significó que Alday no sufriera de los efectos de la separación. El dejar a su novia de mucho tiempo, sus amigos y sus padres en Estados Unidos lo desanimó mucho, pero nunca perdió las esperanzas de regresar a la Unión Americana.

Comenzó a acudir a Total Gym para alzar pesas y también se metió a una clase de MMA, para despejar la mente.

“Cuando empezó MMA estaba más animado, más feliz, lo veía con más confianza”, recordó Brianna.

Entonces, Alday se enamoró del deporte y empezó a ver muchos avances que no había presenciado en otras disciplinas.

“Practiqué mucho otros deportes, pero no siento que mejoré tanto como en el MMA”, recordó Alday.

Entonces, pensó que a lo mejor, el MMA era la vía para regresar algún día a Estados Unidos, con una compañía como Combate Américas o UFC.

Pero luego se abrió otro conducto para volver a la Unión Americana. Alday contrajo matrimonio en 2013 con Brianna y eso significó su regreso a Estados Unidos, no sin antes pasar por un duro proceso de legalización que duró tres años.

Alday (11-3) debutó en Combate Américas al caer por nocaut ante Irving Hernández. Pero de ahí, se recuperó y logró un triunfo ante Gianni Di Chiara en Jasaji Fighting. Luego, en Combate Américas, regresó y sorprendió al vencer a John Castañeda por decisión dividida y el pasado 14 de septiembre, en una pelea titular, derrotó a Gustavo López para convertirse en el primer campeón de Combate Américas en peso gallo al ganar por decisión dividida.

La conquista del campeonato de Combate Américas, transmitido a nivel nacional, en su cumpleaños 27, fue un regalo como caído del cielo para alguien que había luchado mucho tras su deportación.

“Aquí o allá, donde sea el perico es verde. Hay que echarle muchas ganas donde quiera que estés”, declaró Alday.

Una final de imprevistos

La pelea de campeonato tampoco fue un paseo por el campo. Alday se había preparado para enfrentar por el campeonato a Levy Marroquín, ganador de Copa Combate, pero el originario de Monterrey se enfermó fue reemplazado por López. Entonces, Alday tuvo 19 horas para prepararse para enfrentar a López, un peleador con un estilo muy diferente al del regiomontano.

López estuvo a punto de someter a Alday cuando le aplicó una guillotina. El de Hermosillo se las ingenió para sacudirse de la llave, gracias a su buena defensa de jiu-jitsu.

“No soy el más rápido ni el más inteligente en la jaula, pero siento que trabajo mucho. Soy muy disciplinado”, declaró Alday.

Su inspiración

El hijo de Alday, Sebastián, hoy en día es su inspiración, pues a sus 9 años pelea todos los días contra la lisencefalia, una malformación en la que el cerebro tiene un aspecto liso, lo que afecta el sistema nervioso y resulta en problemas cognitivos y psicomotores.

“Fue una etapa muy dura, el año pasado fue un tiempo muy duro para José, aun así se paraba para entrenar, encontró su forma de desahogarse en el MMA, por eso estoy tan orgullosa de él. Está muy motivado y siempre lo voy a apoyar, pase lo que pase este deporte es lo que lo motiva a él. Es lo que lo saca adelante. Eso ha ayudado a que sea un esposo bueno y un gran papá”, dijo Brianna.

“La vida de José Alday no ha sido una vida fácil, no ha sido algo típico, cada vez que pasa algo con la familia, siempre expone muchas ganas para salir adelante”,agregó su esposa.

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