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Editorial:: En busca de dinero, el ‘circo’ Mayweather-McGregor se torna racista y de mal gusto

Floyd Mayweather Jr.

Floyd Mayweather Jr.

(Frank Franklin II / AP)
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La gira promocional de Floyd Mayweather y Conor McGregor alcanzó su punto más bajo en la tercera parada en Nueva York cuando sucedió lo inevitable: el tono racista fue muy claro.

Esta gira comenzó en Los Ángeles la semana pasada como una guerra de chistes de mal gusto entre estos dos peleadores que han dominado el boxeo y las artes marciales mixtas en sus respectivas carreras. Tanto Mayweather Jr. como McGregor son conocidos por ser arrogantes y hablar mucho en las conferencias de prensa.

Pero algo que no deben de olvidar, es que son dos peleadores que han hecho mucho en el nivel deportivo para caer tan bajo, al insultarse el uno al otro con comentarios pocos sensibles y algunos con tonos racistas.

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En su afán de vender boletos que llegan a los $10,000 y un Pago por Evento de $100 para la función en Las Vegas del 26 de agosto, el irlandés, en específico, es el que más ha cruzado la línea entre vender y ofender.

“Baila para mí, niño (Dance for me, boy)”, se le escuchó decir varias veces a McGregor en Los Ángeles, un término refriéndose a su rival como si fuese un animal. Tanto, Mayweather hijo como el padre dijeron que no estaban ofendidos por esas declaraciones de McGregor, pero que “se estaba pasando la línea”.

Luego, las cosas se pusieron peores en Toronto, donde la mayoría de los 20,000 aficionados eran apasionados del MMA y de McGregor (muchos de ellos blancos), McGregor se fue con todo sobre el equipo de los “Mayweathers” (el cual curiosamente es mayormente afroamericano) y los insultó a todos.

Si el deporte de contacto por naturaleza suele caer mucho en el racismo, lo que hizo McGregor fue como tirar gasolina al fuego. Solamente basta con ver los comentarios llenos de racismo y basura en YouTube para darse cuenta que dos hombres con tanta autoridad en el deporte deberían de evitar caer en lo más bajo.

“Mucha gente me dice que yo soy racista en contra la gente negra. Eso es absolutamente ridículo”, dijo McGregor. “¿Qué no saben que soy mitad negro? Soy mitad negro de la cintura para abajo”.

La gira promocional, así como el evento en general es organizada por Mayweather y Showtime, por lo que McGregor ni UFC han tenido control del espectáculo. ‘Notorious’ se ha quejado de la poca dirección que le han dado en los eventos de prensa y que le han apagado el micrófono.

La falta de sensibilidad ha hecho que hasta el presidente de UFC, Dana White (quién votó por Donald Trump, por cierto), se quejara del espectáculo.

“Disculpen por el show de mier…. No es mi show o si no lo hubiéramos hecho mucho más diferente”, publicó White, quien ha acompañado a McGregor durante la gira.

Mientras tanto, Mayweather, quien también ha usado muchas referencias de “raza y su gente” sin necesidad durante la última parte de su carrera, dijo a TMZ que “el racismo aún existe, pero estoy tratando de convertir algo negativo en algo positivo. Mucha gente dice que McGregor es racista, pero no me preocupo de eso”.

Por si fuera poco, McGregor también dijo que tenía un “regalo” para las aficionadas afroamericanas de Mayweather Jr., mientras hacía ademanes hacia sus partes privadas.

“Este es un evento en el cual dos peleadores están compitiendo el uno contra el otro, pero el decir tantas cosas racistas como hoy hacia la mujer afroamericana. Tengo dos niñas afroamericanas, una mamá afroamericana y claro, yo soy un afroamericano”, expresó Mayweather. “Se está pasando, pero no me puedo enfocar en eso ahora. Estoy aquí para hacer un trabajo y mi trabajo es salir y entretener. Pero él está perdiendo a muchos aficionados al hacer eso”.

Mayweather Jr., en su carrera, tampoco ha estado alejado de la controversia que lo asocia al racismo. En 2010 dijo que iba a vencer al “enano amarillo” de Manny Pacquiao y que una vez que lo venciera le iba a hacer “cocinar sushi con arroz”, además de que “lo iba a cocinar con perros y gatos”.

En 2012, Mayweather Jr. declaró que Jeremy Lin, el entonces jugador de los Knicks de Nueva York, era un “buen jugador” pero que la gente hablaba bien de él porque es asiático. “Los jugadores afroamericanos hacen eso todo las noches y no reciben el mismo reconocimiento”.

El racismo en un duelo de alto perfil entre un hombre blanco y un negro no es cosa nueva en el deporte, pero con dos hombres que han dominado sus disciplinas y que tienen tantos seguidores, “jugar la carta” del racismo es innecesario y de muy poco gusto.

Pero ¿qué podríamos esperar de una pelea que nació gracias intereses económicos sin importar lo deportivo?

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